"Por primera vez en la historia hay una política económica a nivel mundial dominante, la del capitalismo. BioCom proporciona bienes y servicios que mejoran la productividad en el laboratorio y los avances en la investigación biomédica."
Esta advertencia nos da la bienvenida al sitio de BioCom. Realizado con una estética médica y una retórica mercantilista exacerbada, nos aclara que la compañía pone la biociencia al servicio de la eficiencia económica y del éxito empresarial. Promete la creación de seres humanos en laboratorio, más eficientes y con menor proporción de errores.
El sitio web sirvió de complemento a la performance Flesh Machine, que Critical Art Ensamble desarrolló en varias ciudades de EE.UU. y Europa entre 1997 y 1998, y en la que se escenificaba, mediante tests realizados con el público presente, la cuestión de una posible nueva división de clases en base a la estructura genética.
Un proyecto y una web distópica que cada vez resulta menos fantasiosa y cuyas afirmaciones, desde su creación hasta el día de la fecha, ya nos parecen cada vez menos fantásticas, por haberlas escuchado y leído en otras páginas que no son precisamente de arte ni de ficción.