El surgimiento del ciberespacio ha implicado una necesidad de redefinir el nuevo papel del sujeto, sus límites, su “fisicalidad” en tanto entidad virtual. ¿Cómo se negocia el espacio del yo en un agenciamiento maquínico? ¿Qué sucede cuando éste no responde a la función que se le ha asignado como engranaje? La obra hace visible lo que este error en el sistema genera: la perpetua negociación, la resistencia, la línea de fuga, el sabotaje al autocontrol.