"Imagina que la historia del mundo se volvió cabeza abajo y que los personajes históricos que dejaron su huella en nuestros libros de texto, se reencarnaron en ... artistas. ¿Qué obras de arte producirían?"
Con esta advertencia y desde este punto de partida, y poniendo en tela de juicio el rol del artista y el de líder, Christophe Bruno nos ofrece su propia interpretación de varias personalidades históricas. Nos invita a ver una exposición de sus obras artísticas falsificadas -si es que puede falsificarse algo que nunca ha existido-, gracias a las posibilidades de manipulación que nos brinda hoy la tecnología y desde una óptica cercana a tópicos de la cultura digital.